Monumento al libro

En 1994 la corporación encargó un monumento conmemorativo de la muestra al poeta Joan Brossa, quien contó con la colaboración del diseñador gráfico Josep Pla-Narbona.

[1]​ La obra recrea un libro entreabierto sobre una base semiesférica azul.

Se trata de un poema visual: como un tentetieso, el libro nunca puede caer al suelo y aunque pase por momentos críticos, siempre vuelve a enderezarse.

El símbolo del tentempié, en catalán: saltamartí, ya había sido usado por Brossa en 1963, en un poema con ese título, en referencia al pueblo.

[1]​ El monumento está realizado con planchas pintadas de acero inoxidable que recrean las tapas y las hojas del libro (originalmente de hierro).