Las colonias tienen forma de finos platos, en capas o escalones, algunas veces con columnas.
El resto lo obtienen atrapando plancton microscópico y materia orgánica disuelta del agua.
Todos estos factores han creado un efecto sinérgico que disminuye en gran medida la supervivencia y el éxito reproductivo del coral.
La recuperación natural de los corales es un proceso lento, y se dificulta con esta especie, porque hay muchos inhibidores que influyen en su supervivencia.
Por otro lado, las enfermedades coralinas han emergido como una seria amenaza para los arrecifes de coral en todo el mundo y una causa mayor para el deterioro de los mismos,[8] habiéndose incrementado notablemente en la última década.
M. capricornis, como todos los corales, está incluida en el Apéndice II de CITES, lo que significa que en los países firmantes de este tratado se requiere un permiso, tanto para su recolección, como para su comercio.