Este hecho ocurre después de la Operación Fuenteovejuna, en donde murieron tres militantes del MIR.
El blanco señalado en su declaración fue Alejandro Salgado Troquián.
También describe en su testimonio lo ocurrido en calle Fuenteovejuna 1330 de la siguiente forma:
Inmediatamente de sucedido esto los agentes comenzaron a disparar con la misma ametralladora .50 montada en un Jeep que habían utilizado contra el inmueble de Fuenteovejuna, a la casa donde se encontraba Hugo Ratier, dándole muerte sin que éste se les haya enfrentado.
Previo a estos hechos los agentes habían reunido al vecindario, unas 80 personas, en una iglesia del sector.