Los monistas (del término griego μόνος –mónos–: sólo, único) son los filósofos presocráticos, que postulaban un único ἁϱχή (arjé) o principio constitutivo de las cosas, que es lo verdaderamente existente, y que a partir de él surge la pluralidad por procesos físicos.
Tal principio filosófico suele conservar carácter divino.
En opinión de Anaximandro se trataba de lo indefinido, el άπειϱον: ápeiron, que significa un sustrato «indeterminado», que fue anterior a cualquier elemento concreto.
Este Ser designa a lo verdaderamente existente.
La pluralidad de las cosas constituye sólo apariencias.