[1][4] A inicios del siglo XX llegaron a Perú más de 10 000 italianos provenientes en su mayoría de la zona de Liguria, Chiavari, Sori, Spotorno, Piamonte y la Lombardía.
Se asentaron en la ciudad de Lima y en el puerto de El Callao donde se mezclaron con la población que rápidamente les aceptó y asimiló ciertos gustos y costumbres culinarias.
Muchos de estos inmigrantes abrieron cafés, fondas, pulperías y bodegas donde los limeños pudieron degustar y aprender diversos platos de la gastronomía italiana.
[5][6] Uno de esos platos que dieron a conocer los nuevos vecinos europeos fue la trippa alla fiorentina[1][7] (aunque el chef peruano Gastón Acurio lo vincula con la trippa alla genovese)[8] que los italianos y limeños adaptaron sustituyendo alguno de sus elementos originales por ingredientes locales, como el funghi porcini por callampa, un hongo andino,[9][10] o la adición del ají amarillo que le proporciona un gusto picante.
Tras una segunda cocción se corta en tiras y se mezcla con un aderezo de cebolla, tomate y ají amarillo.