La actividad monacal se vio afectada en repetidas ocasiones por los ataques por parte de piratas sarracenos.
Además, se le concedieron derechos sobre los naufragios ocurridos en esas aguas y diversos bienes.
La decadencia del cenobio se inició en el siglo XV.
En los muros interiores aún son visibles decoraciones lombardas y una serie de arcos ciegos.
Pueden verse también algunos restos del claustro y de algunos edificios monacales.