A finales del siglo VII fue cambiado su nombre por el de Monasterio de Mor Gabriel, como homenaje al obispo monofisita, consagrado por el patriarca Atanasio, Mor Gabriel (634-668), célebre por su vida ascética y enterrado entre sus paredes.
[3] Durante el genocidio armenio, los monjes fueron masacrados por los kurdos,[4] y el monasterio ocupado por cuatro años.
Como comunidad, tiene por objetivo perpetuar la tradición cristiana ortodoxa siríaca, proporcionando formación y ordenación de otros monjes venidos desde cualquier lugar, de ahí que haya estudiantes entre sus muros.
También está abierto a los visitantes y es posible quedarse, con permiso, pero se cierra al anochecer.
En el recinto, junto a jardines y huertos frutales, se conservan importantes edificaciones como: