A mediados del siglo XIX, el lugar tenía contabilizadas 90 casas.
[4] La base económica del municipio es la agricultura destacando el cultivo de la viña, olivo y almendro.
Debido a la baja rentabilidad de la misma, la explotación quedó abandonada.
El pueblo ha recuperado una antigua fiesta popular conocida como Les Xiques que se celebra en el mes de diciembre y en el que el acto principal consiste en un baile de jotas.
(Centre Obrer Recreatiu) en las que se celebran diferentes eventos de índole cultural (conferencias, charlas, exposiciones, etc.).