Terminados los estudios, a los dieciocho años, trató de ganarse la vida en la Argentina, pero dos años más tarde se encontraba en Brasil, ilustrando el semanario O Mequetrefe, en Río de Janeiro.
De genio inquieto, no llegó a quedarse dos años en Brasil, trasladándose a Paris e ingresando en la Escuela de Bellas Artes, donde tuvo como maestro al alemán Henri Lehmann.
En esa época ya era un artista maduro, autor de excelentes obras y frecuentador del Salon parisiense.
En 1930 publicó Viaje a Marte, una novela de ciencia ficción.
El libro, que describe con todo detalle la sociedad marciana, es una utopía socialista.