Desde la colonia, la inmigración ha sido un factor demográfico muy importante en la composición, estructura e historia de la población humana del territorio brasileño, con todos sus factores y consecuencias que asisten en la cultura, la economía, la educación, las cuestiones raciales, etc. Brasil ha recibido uno de los mayores números de inmigrantes en el hemisferio occidental, junto con los Estados Unidos, Canadá y Argentina.
A partir del siglo XVIII, la inmigración portuguesa en Brasil alcanza cifras jamás vistas antes.
Llegaron a Brasil en aquel año 15 000 nobles y personas de la alta sociedad portuguesa.
Durante el siglo XIX la mano de obra esclava fue gradualmente sustituida por inmigrantes europeos, sobre todo italianos.
Entre esos pocos colonos, principalmente portugueses, la mayoría eran renegados, criminales desterrados de Portugal, náufragos o marineros amotinados.
Se integraron en las tribus locales, utilizando su tecnología superior para alcanzar posiciones privilegiadas entre ellos.
En la siguiente tabla se enumera el número de inmigrantes actuales en Brasil por procedencia: