Se estima que sea la tercera comunidad europea más grande en Venezuela, solo superada por la Española e Italiana.
Este último dato no excluye a los españoles de otras regiones que también habitan en el país en la actualidad.
[12] Durante el siglo XIX En Alemania sufrieron grandes pérdidas económicas, mientras que sus habitantes estaban pagando altos tributos.
Ese mismo año se comenzó a trabajar en terrenos donados por Manuel Felipe Tovar y que servirían como el hogar de los inmigrantes alemanes.
Afirmó también que la comunidad italiana ocupaba un lugar predominante en la sociedad venezolana de la segunda mitad del siglo XX.
Venezuela no cabe escudriñar sin hacer alusión a un grupo de inmigrantes checoslovacos llegados tras concluir la Segunda Guerra Mundial.
A finales de los 90' su número apenas sobrepasaba los 200, pero su influencia continúa siendo tan notoria como la que en el Viejo Continente ejerce la pequeña Praga.
Aunque la mayoría prefería países de Europa Occidental, Estados Unidos o Canadá, unos pocos llegaron a Venezuela, no sin antes tocar puerta en otras naciones.
Muchos húngaros comenzaron a desempeñarse como profesores en Universidades Venezolanas, destacándose en todas las áreas humanísticas y científicas.
No obstante algunas no pudieron adaptarse al medio o incurrieron en oficios que chocaban con las necesidades productivas del país, por lo tanto dicho intento fracasó[42] y 38 de las 40 familias fueron repatriadas a Dinamarca llevando a sus espalda un rotunda perdida en la inversión que se ejecutó para tal fin.
Los primeros eslovenos llegaron a Venezuela entre ambas guerras mundiales, aunque en un número pequeño, que se estima en unas 50 personas.
Ese mismo año comenzaron las misas en idioma esloveno, también las peregrinaciones con marcadas cualidades nacionales, les siguieron los encuentros sociales y culturales.
La inmigración polaca en Venezuela se inició a raíz la Segunda Guerra Mundial y las consecuencias que implicó para el país, así como por cuestiones políticas tras la creación del Pacto de Varsovia.
Con ellos llegaron añadidamente varios soldados veteranos del conflicto, que habían prestado servicio para los ejércitos de los Aliados en Gran Bretaña, Francia e Italia.
En siglos más recientes un contingente de afrodescendientes proveniente del Caribe realizaron movilizaciones migratorias a Venezuela.
A esta cifra se le debe sumar Guyaneses (muchos de ellos ingresando por La Guayana Esequiba), Haití, Jamaica, Las Antillas Neerlandesas (Aruba, Curazao y Bonaire), Martinica, Granada, Montserrat, Dominica, Barbados.
En segundo lugar, los que gozan de buenos ingresos financieros, más no un nivel social alto, se les llaman los nuevos ricos.
Por último, los guyaneses que no tienen un alto ingreso financiero y permanecen viviendo en comunidad, entre ellos se encuentra la mayoría de los ilegales.
Los estados Bolívar y Delta Amacuro son los que presentan problemas de inmigración no controlada por este grupo.
En 1816 el libertador Simón Bolívar declara:"Si los favores atan a los hombres, no dude Vd., General Alexandre Pétion, que yo y mis compatriotas amaremos siempre al pueblo Haitiano".
[85] Durante la expansión de la industria petrolera en Venezuela llegaron los mexicanos como empleados calificados e intérpretes inglés-español.
Luego, con la explotación petrolera se sumó el número de expatriados estadounidenses que pisaron tierras venezolanas a trabajar en transnacionales estableciéndose en mayor porcentaje en ciudades como Caracas, Maracaibo, y Ciudad Guayana.
[114] Por ejemplo: Clarence Gaston, Dave Parker, Pete Rose, Terry Francona, Cedric Landrum, Jeff Cirillo, Jeff Carter, Derek Watcher, John Massarelli, Sam Shepherd, Steve Carter, Quinn Mack, Andy Ashby, Kelly Stinnett, Joe Hall, Jamie Dismuke, Terry Burrows y Todd Trafton.
La empresa procedió a contratar varios trabajadores venezolanos para explotar petróleo, trasladarlo a Estados Unidos y llevarlo hacia Japón al menor costo y se construyó una oficina sucursal de la Nihon Sekiyu en Maracaibo, que dudaría la explotación por casi 23 años.
Finalizada la Segunda Guerra Mundial tras la caída de las bombas nucleares en Hiroshima y Nagasaki sucede el derrocamiento del presidente Medina Angarita.
En tiempos pretéritos era común en todo el país ver vendedores deambulantes con una maleta llena de mercancía, la cual compraban a algunas personas y la pagaban por cuotas semanales, los llamaban turcos, pero no todos lo eran, ya que entre ellos muchos eran de distintos países del medio Oriente.
Una vez desembarcando en los puertos de Venezuela, fueron clasificados por las autoridades como turcos, debido a que solo se les había expedido pasaportes con esa nacionalidad.
Según historiadores, la presencia de la comunidad judía venezolana probablemente comenzó a mediados del siglo XVII en Caracas, Coro y Maracaibo.
Según un censo nacional realizado a finales del siglo XIX, 1247 judíos vivían en Venezuela como ciudadanos.
Entre los años 1920 – 1937 prominentes judíos europeos visitaron Maracaibo para empezar a hacer negocios aprovechando la bonanza petrolera del país.