A pesar de haber nacido en México, se formó, creó y mostró su obra en Brasil, donde se naturalizó en 1874.
En compañía de su familia (su hermano Henrique Bernardelli y Felix Bernardelli, fueron también artistas), dejó su país natal en 1866, pasando por Chile, para terminar fijando su domicilio, primero en Rio Grande do Sul y más tarde en Río de Janeiro.
Pasó nueve años en Europa, estudiando en Roma.
A él se debe la construcción del edificio actual de la escuela.
Fue uno de los grandes escultores brasileños, que dejó una extensa producción, entre obras tumulares, monumentos conmemorativos y bustos de personalidades.