El pensamiento estratégico alemán era que si la región entre las colonias de África Oriental alemana (Ruanda, Burundi, y Tanzania menos la isla de Zanzíbar), África del Sudoeste Alemana (Namibia menos la Bahía Walvis), y Camerún podrían ser anexionadas, una entidad contigua podría ser creada cubriendo el ancho del continente africano entre Atlántico al océano Índico.
Los británicos, aun así, tuvieron acuerdos de comercio preferente con Portugal, quien era un aliado fiable, y aunque los planes para una partición eventual de las colonias portuguesas estuvieron trazados, Gran Bretaña así vería su posición colonial en África severamente debilitada en caso estuvieron aplicados, desde donde los alemanes podrían entonces cortar sus líneas de comunicación entre el Cairo y el Cabo.
Aun así, los intereses de política exterior alemanes eran en los años subsiguientes principalmente dirigidos en obtener el dominio en Europa, y no en África, así que finalmente se dejó de lado.
Además las aspiraciones alemanas nunca fueron emparejadas por acontecimientos en el teatro africano de la guerra pues las colonias alemanas (Camerún, Togo, Tanzania, y Namibia) estaban muy aisladas entre sí para formar una defensa coherente y conjunta.
Las guarniciones germanas en África eran muy inferiores en efectivos militares para defenderse de ataques franco-británicos y así, hacia mediados de 1915, casi todo el imperio colonial africano de Alemania había sido tomado por los Aliados, y la única presencia militar alemana en África eran las guerrillas germanas en Tanzania del general Lettow-Vorbeck.