[1] En 1738 los españoles de Buenos Aires expulsaron del territorio bajo su control al cacique Mayupilqui, hasta entonces su aliado.
[2] Su hijo, de igual nombre (Calelián el Jóven), se encontraba ausente.
El caos imperaba y sus vecinos se refugiaban en los templos temiendo una nueva invasión.
Cangapol detuvo su ataque a sólo siete leguas de la ciudad.
Al año siguiente lazó una nueva serie de ataques, sobre Magdalena, La Matanza y Luján.
Otras fuentes dicen que el gobernador Salcedo llamó a los jesuitas para intentar pacificar la región.
Cabral se encontró con un grupo de caciques en las sierras del Cairú, donde logró detener los malones.
[4][5] Cangapol debía situar sus tolderías en las sierras de Tandil y de Cairú (Sierra Chica) y no dejar pasar ningún indígena hacia Buenos Aires sin autorización del gobernador.
La expedición regresó desde el cabo Vírgenes hasta la bahía San Julián en donde dejaron una cruz con la inscripción Reinado de Philipe V.
Tomó contacto con ellos y designó un lugar para establecer una reducción, pero cuando los indígenas recibieron noticias de la muerte del cacique Calelián el Joven luego de viajar a Buenos Aires, ser tomado prisionero por los españoles y embarcado a España, abandonaron el lugar y Falkner regresó a Buenos Aires.
[8] Debido a que los jesuitas llevaron muchos objetos para comerciar, un año más tarde se agregaron los caciques hermanos puelches Manrique y Chuyantuya con 24 toldos.
En febrero de 1748 los dos caciques se fueron con sus tribus al acabarse la mercadería para comerciar, pero regresaron luego y se fueron varias veces de nuevo fluctuado la población hasta 500 personas.
Como resultado en enero de 1750 arribó el padre Lorenzo Balda a Nuestra Señora del Pilar.
En 1749 Cangapol ofreció incorporarse al pueblo del Pilar, pero fue condicionado por el gobernador y quedó ofendido.
Cuando el cacique Ayalep se opuso a esto último, fue masacrado con sus guerreros por Cangapol "El Bravo".
Tras saquear la hacienda de la reducción, Yahatí fue tomado prisionero y asesinado por Cangapol.
En 1753 fue abandonada y los pocos pampas que en ella habitaban se dispersaron entre los mapuches.