[1] En el idioma coreano moderno, misin tiene el significado de "creencias espirituales falsas" o "ilusorias" e implica que los dioses y los antepasados no existen.
Según los informes de los misioneros, fueron destruidos al igual que los "libros" (pergaminos mágicos) en Éfeso.
[8][4] El periódico promovió la iconoclasia y se dirigió a los funcionarios públicos sobre la necesidad de erradicar la religión nativa.
[10] Este paradigma se habría convertido en central para los proyectos de desarrollo rural promulgados en la Corea del Sur independiente.
En la década de 1970, el presidente Park Chung-hee inició el Nuevo Movimiento Comunitario (Saemaul Undong), una movilización masiva destinada a transformar la sociedad rural tanto en forma como en espíritu.
[12] Bajo la bandera de dicha reforma, se inició un "Movimiento para derrotar la superstición" (Misin Tapa Undong).
Sin embargo, desde la década de 1980, la religión tradicional y el chamanismo han experimentado un renacimiento en Corea del Sur.