Los miriñaques fueron intensivamente usados en su extravagante forma entre 1850 y 1870, alcanzando su máximo tamaño alrededor de 1865.
Desde allí se introdujo en España, coincidiendo con el reinado de Isabel II, siendo denominada como miriñaque: en la corte española se había utilizado anteriormente el tontillo, un ahuecador usado durante el siglo XVIII.
En 1860, el miriñaque evolucionó aplastándose un poco por delante, pasando de una forma circular a otra ovalada acumulando la crinolina en la parte de atrás, convirtiéndose en «media crinolina», también llamado «polisón».
Tras alcanzar su máxima amplitud en torno a 1865, el diámetro se fue reduciendo y ovalando más hasta que el armazón se redujo tan solo a la parte de atrás, dejando en 1870 que el delantero de la falda cayera recto y convirtiéndose así en el auténtico polisón y dando a la figura femenina una nueva silueta más vertical.
En Argentina, se utilizó también para denominar a una estructura que iba al frente de los primeros tranvías eléctricos del siglo XIX, denominar también, "salvavidas" evitaba que si una persona u objeto caían frente al vehículo en movimiento, fuesen a dar debajo del mismo.