El polisón (del francés «polisson») fue un armazón interior que reemplazó al miriñaque en 1870.
Atado a la cintura bajo un par de enaguas, lo usaron las mujeres de finales del siglo XIX para que abultasen los vestidos por detrás, pero cayendo rectos por delante.
El polisón fue un elemento fundamental en el vestuario de las mujeres acomodadas occidentales durante veinte años.
Pasó de moda en 1890, pues desde ese momento las prendas caerán hasta el suelo ya sin artificio alguno.
Debajo de la falda se lleva una prenda formada con un cojín o una almohadilla para ahuecarla detrás.