Destaca el castillo templario de Miravet, situado sobre la colina que domina el río.
El estilo del castillo corresponde al románico tardío y al gótico de transición, con salas para la autosuficiencia del castillo: almacén, bodega, cocina, iglesia.
Último transbordador original de todo el Ebro que aún funciona sin motor, cruzando el río tan solo con la corriente del agua y la maestría del barquero.
El pueblo antiguo de Miravet, Cap de la Vila, al pie del castillo y adaptado a la roca sobre el río Ebro, merece toda nuestra atención.
Es de especial atención su enclave y la verticalidad de la roca roja sobre la que se asienta el castillo, así como la ruta de les Blores, recorrido desde la calzada empedrada del acceso sur (Costa de Riago) hasta los restos arqueológicos del primer poblado bereber, al pie del castillo, desde donde, además, se dominan unas vistas sobre el Ebro, el meandro del Tamarigar, el frondoso bosque de ribera y las formaciones dolomíticas por las que pasa Magnífico templo renacentista, construido por la orden del Hospital entre 1565-1585 sobre la antigua mezquita árabe.