Hasta 1987, los árabes que vivían bajo el dominio militar en estas regiones no mostraban ninguna iniciativa para resistir la ocupación por parte del ejército israelí.
En efecto, los palestinos en su totalidad no hicieron actos de resistencia y desafío contra Israel hasta 1987.
[2] PCP tuvo mucha influencia en los sindicatos palestinos, en los territorios, e hizo varias huelgas para mostrar resistencia a las políticas económicas de Israel en Cisjordania.
Pero en Gaza el PCP no existió (allí hubo un grupo independiente de comunistas).
Otros foros de oposición, según los palestinos, incluyeron las universidades, donde estudiantes árabes a menudo hacían manifestaciones contra el gobierno.
A lo largo del tiempo hasta 1987, los árabes cisjordanos y gazatìes se confundieron políticamente al dejarse dirigir por un caudillaje independiente con seguidores entre el público de sus regiones.
Tras 1987, la dirigencia del PCP y las personas intelectuales como Hanan Ashraoui disminuyeron la habilidad de dirigir a la población.
Los árabes palestinos podían trabajar en Israel y estudiar en universidades u otras instituciones en Cisjordania o Gaza.
Los árabes más ambiciosos que se habían formado en las universidades de los territorios buscaron realizar sus aspiraciones en el extranjero.
[8] La situación en los territorios no se había vuelto desesperada solo por razones internas de los árabes.
[9][10] Todos los problemas antes descritos construyeron una bomba: Una población privada de derechos por Israel y sus compañeros árabes con un gran sector joven sin esperanzas colectivas para el futuro.
Las respuestas violentas de los israelíes llegaron hasta un tal punto que lograron quebrar las organizaciones armadas en los territorios.
Pero un efecto beneficioso para los militantes palestinos fueron las imágenes en la prensa mundial del ejército sofocando disturbios, a menudo incluyendo fotos de tropas armadas luchando con jóvenes o incluso con niños.
La Intifada tuvo un carácter de violencia brutal y mal planeada contra objetivos tanto militares como civiles que pertenecían a los israelíes.
Aquella táctica provocó, no por primera vez, comparaciones con el régimen de apartheid en Sudáfrica.
[15] Otros actos económicos también ocurrieron, como boicots de bienes o negocios israelíes y huelgas.
Los militantes más radicales, tanto en el FPLP, Hamás y Yihad Islámico, se negaron a apoyar el acuerdo.
Desde 1993, las diferencias entre Hamás, el Yihad Islámico, y otros grupos islamistas con respecto a la OLP y sus facciones se hicieron más claras, no obstante ambos lados del espectro continuaron realizando atentados contra objetivos israelíes.
Algunos aceptan, otros rechazan a la idea, por una u otra razón, con una estipulación o más por consentimiento de reunir la conferencia y participar en ella.
Ar-Rantisi: No creo en el movimiento de Peace Now (Paz Ahora, un grupo pacifista en Israel).
Quien coloniza mi tierra y me expulsa de ella es un invasor, también si es un izquierdista.
Uno de los problemas más serios hasta ahora son las luchas internas entre facciones armadas del pueblo palestino.
En septiembre de 2000, las partes en el proceso rompieron las negociaciones y en los meses siguientes comenzaron sangrientas escaramuzas entre los dos lados.