Se la suele conocer también por su acrónimo hebreo (Magav, מג"ב), que significa guardia de frontera.
En los últimos años, también ha participado en operaciones antiterroristas y en sofocar revueltas como la Intifada de Al-Aqsa.
Además de Jerusalén, se ocupan de la seguridad en ciudades cisjordanas como Yenín, Tulkarem, Qalqilyah, Nablús, Jericó, Ramallah y Hebrón.
El cuerpo, que se estima en unos 6000 efectivos, cuenta entre sus filas con miembros no judíos (cristianos, drusos, beduinos y árabes).
Está formado por profesionales a sueldo, aunque es reforzado por reclutas destinados desde las Fuerzas Armadas.