Miguel Santos de San Pedro

[4]​ Perteneciente a una familia originaria del reino de León con muchos clérigos entre sus miembros, nació seguramente en Santervás de la Vega, hacia 1563,[5]​ aunque hay autores que fijan su nacimiento en Quintanadíez de la Vega, población cercana muy vinculada con la familia Santos de San Pedro.

Como obispo de la diócesis padeció el resentimiento que acumulaba el clero diocesano por los frecuentes nombramientos de obispos castellanos para las sedes del principado.

Pasó a residir en Barcelona, desde donde encabezó la lucha contra el bandolerismo resurgente con la organización de diversos somatenes y llegando a prohibir alguna fiesta religiosa.

Poco después, el 27 de noviembre de 1629, Felipe IV lo nombró presidente del Consejo de Castilla para sustituir a Gabriel Trejo Paniagua, cargo que ocuparía hasta su muerte.

No llegó a visitar ni residir en la archidiócesis, aunque parece que pidió licencia al rey en varias ocasiones para hacerlo.