Miguel Sáenz

Asimismo, ha vertido del inglés a novelistas como William Faulkner, Henry Roth y Salman Rushdie.

Durante su infancia y juventud vivió en África veinte años (en Tetuán, Tánger, Ifni, Sáhara): su ambiente por tanto, como ha comentado, era cierto tipo de colonialismo, respetuoso en este caso, pero luego pudo reflexionar sobre la dolorosa situación colonial, tras leer a Frantz Fanon, traducir documentos del Comité de los Veinticuatro para la ONU y seguir el proceso de descolonización con los horrores del poscolonialismo («he aprendido que no hay colonialismo bueno, por paternalista que sea»).

Su mujer alemana, Grita Loebsack, ha colaborado con él en casi todas las traducciones de Günter Grass.

Le gusta traducir «porque es la forma más atenta e intensa de leer; además, da el placer de escribir sin el dolor del que tiene que crear algo totalmente nuevo», declaró Miguel Sáenz en Viena (1997), al ser premiado.

Desde 1999, es miembro de la Academia alemana Deutsche Akademie für Sprache und Dichtung, y leyó su discurso, Cinco minutos, en Darmstadt, 2000.

[9]​ Fue Luis Goytisolo el encargado de responder a Sáenz, cuyas traducciones, dijo, «son una verdadera recreación de obras con frecuencia difíciles en las que consigue trasladar al lector español la misma emoción que despierta en el lector del texto original».