Son más pequeñas que los adultos, y son liberadas en el sistema circulatorio o de linfático para que el vector (hospedero intermedio) pueda extraerlos para continuar con su ciclo de vida dentro del vector, madurar e infectar otro nuevo hospedero.
La presencia de microfilarias en el torrente sanguíneo del huésped se denomina "microfilaremia".
[4] Principalmente, las filarias en etapa adulta generan la patología al obstruir vías linfáticas o saturar tanto un órgano que deja de funcionar.
En el Caribe, partes de América del Norte y del Sur, África y Asia son nocturnas, mientras que en Filipinas la carga filarial es el doble durante la noche que durante el día.
La cepa endémica de las islas del Pacífico Sur es diurna subperiódica (Están presentes en la circulación periférica las 24 horas, pero su número aumenta durante el día).
[5] Este fenómeno parece estar influenciado por las costumbres de ingesta del vector.
Esto aumenta la oportunidad de que los vectores ingieran las microfilarias en determinados momentos.
[5] Examinadas en sangre fresca, las microfilarias son organismos diminutos, transparente, incoloro, parecido a una serpiente que, sin desplazarse por el portaobjetos, se mueve vigorosamente.
[6] A simple vista parece que no tienen mayor complejidad, pero al verlo bajo un microscopio y usando una tinción adecuada podemos ver dos características resaltantes.
[6] Todas las microfilarias las presentan, lo que varia es su morfología como, por ejemplo, el del Wuchereria bancrofti cuyo núcleo parece no extenderse hasta la punta de la cola.
Tras el apareamiento la hembra libera microfilarias (que, según el autor están en L1) al torrente sanguíneo del huésped.