[4] Fue el baluarte de los políticos democratacristianos como Giovanni Gioia, Vito Ciancimino y Giuseppe Insalaco.
De acuerdo con la ley, a los propietarios solo se les permitía contar con pozos para su uso privado y el exceso de agua debía pertenecer a la comunidad.
La escasez permanente de agua era favorecida por la mafia y sus contactos en el ayuntamiento.
Sin embargo, los familiares de estos últimos fueron exterminados y ocultados para siempre.
Al final resultó que Michele Greco se había aliado con Salvatore Riina y los corleonesi desde hacía tiempo.
Percibió el peligro y pronto pasó a la clandestinidad cuando la guerra de la mafia estalló.
Las revelaciones de Contorno en sus cartas indicaron por primera vez a las autoridades la verdadero posición que detentaba Michele Greco en la organización mafiosa.
[13][14] Posiblemente en esta ocasión Michele Greco tuvo una gran importancia, ya que fue capaz de mediar entre Riina y la familia Gambino.
La reunión concluyó con una frase simbólica de estos últimos: “ahora manda Corleone”.
Todo esto se descubrió solo unos meses más tarde, cuando Benedetto Galati fue asesinado a tiros de escopeta.
Para ilustrar su posición como un ciudadano supuestamente honesto, se jactó de todas las personas ilustres que había entretenido en su gran finca, incluyendo un exfiscal general y los jefes de la policía.
También admitió que Stefano Bontate había cazado con frecuencia en su finca, y en una especie de declaración improvisada, Greco dijo que él y Stefano "estaban juntos el Viernes Santo, pocos días antes de su desgracia.
[18] El Maxi Proceso fue desmantelado en gran medida por beneficiosas apelaciones, sobre todo gracias a Corrado Carnevale, que liberaría a los mafiosos con el menor de los pretextos, para gran frustración de los artífices del Maxi Proceso, Giovanni Falcone y Paolo Borsellino.
En una carta enviada a la prensa en el verano de 2007, afirmó ser "tan inocente como un bebé recién nacido."