[1] No se sabe con precisión cuando ingresó en la mafia, pero en 1979 ya tenía un lugar en la Comisión, que estaba gobernada por su tío, Michele Greco, jefe de Ciaculli.
La cosca de Ciaculli se alió estrechamente con los corleonesi, y, específicamente, con sus jefes, Salvatore Riina y Bernardo Provenzano, que llegarían a dominar la mafia siciliana tras una violenta guerra.
Entre los que abatió a tiros se encontraban Stefano Bontate, Salvatore Inzerillo, Pio La Torre y el general de carabinieri Carlo Alberto Dalla Chiesa.
Éste logró dispararle en el pecho, pero un chaleco antibalas salvó la vida de Greco.
Raras veces trabajaba solo, sino que lideraba un grupo de asesinos, que incluía a Mario Prestifilippo, Filippo Marchese, Vincenzo Puccio, Gianbattista Pullarà, Giuseppe Lucchese, Giuseppe Giacomo Gambino y Nino Madonia.
Al igual que Greco, todos ellos eran fugitivos con órdenes de arresto.
Sinagra dijo que, por lo general, su deber era el de sujetar a la víctima por los pies.
Por entonces, se creía que Greco era el segundo de la familia Ciaculli.
El 29 de julio de 1983, hicieron explosionar el coche bomba que mató al juez Rocco Chinnici y a otras tres personas.
Fue asesinado a balazos por sus dos compañeros mafiosos y supuestos amigos, Vincenzo Puccio y Giuseppe Lucchese, a pesar de que la orden venía de Riina, quien había presentido que Greco estaba siendo demasiado ambicioso y actuaba de forma independiente.
[6] Puccio fue capturado al año siguiente por un asesinato relacionado y también fue asesinado por orden de Riina en su celda en 1989.