Mi diario (María Sánchez Arbós)

En 1952, fue rehabilitada y asignada a Daganzo de Arriba, aunque esta experiencia no le resultó satisfactoria.

La edición tuvo una tirada limitada de apenas 100 ejemplares, destinados a su círculo más cercano.

Estas notas, que abarcan desde 1918 hasta su jubilación en 1959, fueron editadas y recortadas libremente por la autora, conformando el núcleo central de la obra.

[4]​ La disciplina se lograba mediante el respeto que los maestros mostraban hacia los niños, adoptando una actitud comprensiva, imparcial y preocupada por su bienestar, sin ser excesivamente permisiva.

El objetivo era formar integralmente al alumno, no solo enseñarle contenidos, sino también guiarle en su desarrollo personal y en la formación de su carácter.

Esta adaptación en los horarios buscaba facilitar su asistencia a clases, asegurando que la educación fuera accesible para todos, independientemente de su situación socioeconómica.