Mi corbata

Es el más conocido cuento de dicho autor, que figura en numerosas antologías y textos escolares.[3]​ Su obra cuentística, desperdigada en periódicos y revistas, fue parcialmente recopilada en 1933 en la colección titulada Cuentos pretéritos.Empieza a vestir elegantemente y logra así ser aceptado por la alta sociedad; se olvida de Marta, se casa con una muchacha de familia rica y llega a ser un hombre adinerado e influyente.Los escenarios son: De varios detalles de la narración se desprende que la historia se desenvuelve en la época republicana, a fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX.Se menciona al Ministerio de Hacienda, a calles limeñas con antiguos nombres (Mercaderes y Paseo Colón).Este cuento es narrado en primera persona por el personaje, un joven limeño, Idiáquez, quien empieza contando que Marta, una humilde chica arequipeña, le había regalado una corbata.Idiáquez recibió un día una ostentosa invitación para tomar el té en casa de una distinguida familia.[8]​ A partir de entonces, el joven dio un gran giro en su vida: se empeñó en vestir muy elegante para poder escalar socialmente.[10]​ Con el dinero, Idiáquez compró camisas, corbatas, sombreros, botas y demás prendas de vestir, todas muy lujosas.[11]​ Idiáquez, convertido en todo un seductor profesional, logró conquistar a la muchacha y terminó casándose con ella.Aunque el narrador insinúa que llegó a ser “algo más” (¿ministro de Estado?[4]​ Por eso sus relatos son sencillos y encantadores, especialmente para los niños,[14]​ aunque use palabras y frases coloquiales que actualmente ya no son de uso común, al menos en el Perú (vg.El siguiente paso es lograr un matrimonio de conveniencia, que lo haga ingresar por la puerta falsa a la alta sociedad.Aunque el relato de Beingolea es ficticio, es posible que muchos arribistas en la Lima del siglo XIX hayan seguido esos pasos.
Traje de chaqué, principios del siglo XX .