Captura peces, reptiles, anfibios, caracoles, babosas, crustáceos e insectos acuáticos, y se alimenta además de carroña.
Fue clasificada por la UICN desde 1985 como el tercer reptil más cercano a la desaparición en la tierra[cita requerida] y figura en la lista roja de especies amenazadas.
Actualmente está incluida en Mesoclemmys[2][3] El grave problema de fragmentación que padecen los bosques secos tropicales en Colombia y en particular en el Caribe colombiano, hábitat de estas tortugas, se ha convertido en el más serio obstáculo para su desplazamiento y, es decir, para su supervivencia.
La Mesoclemmys dahli habita en arroyos y estanques, especialmente en aquellos con alto porcentaje de cobertura vegetal en sus riberas.
“Tener muchos genes de diferentes tipos es trascendental para adaptarse al medio ambiente que cambia todo el tiempo”.
Si no existe un movimiento de individuos entre las poblaciones, esta especie no aumenta su diversidad genética, por lo tanto, se hace más vulnerable a los cambios del ambiente, lo que conlleva a un riesgo mayor de extinción.
Otro problema grave que se presenta con poblaciones pequeñas y aisladas es el de la endogamia —refiere Gallego García—, es decir, reproducirse con parientes cercanos.
En consecuencia, las poblaciones con alto nivel de endogamia están mucho más propensas a extinguirse.
En pocas palabras, los niveles de endogamia son lo suficientemente altos como para encender la alarma”, dice la experta.
La tortuga carranchina ya estaba clasificada como en peligro de extinción por encontrarse distribuida en un rango muy reducido, pero el estudio ha permitido conocer que el riesgo es mucho mayor, y si desaparece del Caribe colombiano, se extingue en todo el planeta porque no existe en ningún otro lugar del mundo.
“La tortuga carranchina únicamente se encuentra en Colombia y está restringida a la región norte del Caribe.
Todo esto busca mejorar la calidad del hábitat para la especie, con el objetivo de que pueda persistir en ella.
El epíteto hace honor al coleccionista, ictiólogo y profesor George Dahl del Liceo Bolívar de Sincelejo.