Las hijas mayores permanecerían al lado de su padre a las que se siente muy unido y cuya lejanía podía serle muy dolorosa.
Madame Adelaida logra permanecer en la corte mediante ruegos al rey, a quien sabía como influenciar.
Lamentablemente Madame Teresa no retornaría nunca pues falleceriá en 1744 con sólo 8 años, y Madame Luisa llegaría muy marcada por la vida religiosa tal es así que tomó los hábitos en los Carmelitas de Saint-Denis en 1770 poco antes de la boda de su sobrino Luis XVI con María Antonieta.
Entre todas, fue Madame Adelaida quien ejerció un rol político más activo en la corte, dotada con un carácter vivo, se muestra como una verdadera cabeza de familia para sus hermanas, manejando su "sociedad" desde 1752 luego del deceso de Madame Enriqueta.
En 1770 el entonces Delfín, futuro Luis XVI, contrae matrimonio con María Antonieta, y ellas ven en ello la oportunidad perfecta para hacerse poder de una poderosa nueva aliada contra du Barry, al principio la inexperta delfina sigue los consejos de sus nuevas tías pero luego, presionada por su madre, se va apartando de ellas.