Su padre era José María Carazo, secretario histórico del presidente Arturo Frondizi.
Allí trabajó leyendo periódicos y recortando lo que se decía de las acciones represivas de la dictadura argentina y elaborando informes cuyo objetivo era limpiar la mala imagen que la dictadura se forjaba en el exterior.
[5][6][7][8] Según algunos escritores, como Abel Posse, Miguel Bonasso o Liliana Hecker, Carazo habría mantenido una historia amorosa con el represor Antonio Pernías durante su cautiverio en la ESMA y se convirtió en su amante.
Según la sobreviviente Miriam Lewin la relación con Pernías no pudo haber sido «consentida» desde el momento en que Carazo estaba prisionera y su vida dependía del represor.
[1] Abel Posse escribió el libro Noche de lobos en el que ficcionó la historia como si Pernías y Carazo se hubieran «enamorado».