Dicho problema aerodinámico se atribuyó al parachoques delantero, debido a su diseño de cuña, con su parte inferior ligeramente levantada.El primer incidente ocurrió durante los entrenamientos nocturnos del jueves, Mark Webber, a los mandos del coche número 4 salió volando cerca de la curva Indianápolis.
El CLR quedó destrozado, pero los mecánicos consiguieron reconstruirlo a tiempo para la tanda de tanques llenos.
Cuando se aproximaba a la curva Mulsanne, el prototipo levantó el morro y alzó el vuelo, siendo captado el suceso por los fotógrafos presentes.
[1] El coche número 4 quedó descartado para la carrera, por tanto solo dos unidades tomaron la salida de la competición.
A las cuatro horas de carrera, el CLR número 5, pilotado por Peter Dumbreck, repitió lo sucedido a su gemelo en plena recta mientras luchaba contra un Toyota GT-One, aterrizando el coche entre los árboles que rodean la pista.