En la primera mitad del siglo XX, este mercado fue el principal mayorista para toda la ciudad.
La mayor parte de este monasterio ha desaparecido, queda solo el claustro con decoración plateresca.
[2] A finales del siglo XVIII, casi todo el barrio era un gran mercado, que creció cuando los mercados de la zona del Zócalo fueron desterrados alrededor de la misma época.
[10] En 1988, un puesto que vendía fuegos artificiales explotó en la Merced, y murieron 61 personas.
[14] Días más tarde los peritos dictaminaron que el incendio se debió a un sobrecalentamiento originado por conexiones eléctricas irregulares.
[18] El mayor edificio del complejo se dedica principalmente a la venta de frutas y verduras.
El mercado está lleno a todas horas con camioneros, vendedores, compradores, carniceros y cocineros.
Dos de las especialidades más comunes en este mercado son las quesadillas y las tostadas.
[7] Al igual que las quesadillas, las tostadas se preparan con una amplia variedad de ingredientes y la crujiente tortilla a veces tiene saborizantes inusuales tales como semillas de ajonjolí y chile chipotle.
También se comercian animales y plantas en peligro de extinción, por lo que las redadas policiales son una ocurrencia común aquí.
[21][22] El grupo Individualistas Tendiendo a lo Salvaje clamó este y otro incendio que tuvo lugar en el mes de diciembre, pero las autoridades no han confirmado esta versión[23][24][25]