Es un ciclo comparable a los 46 Episodios nacionales de Benito Pérez Galdós y aproximadamente sobre el mismo periodo histórico, aunque el escritor canario escribió algo más del doble de títulos que el escritor vasco.
Baroja no sigue un orden cronológico y, aunque se documentó con tanto rigor como el propio Galdós, revolviendo incluso numerosos archivos para encontrar documentación sobre ese pariente lejano de su madre, el conjunto aparece como informe, revuelto y desordenado.
También, como es propio del mismo, da cabida a elementos propios de la novela de aventuras: misterio, tramas conspirativas, sociedades secretas, viajes, guerras, revoluciones, ejecuciones, cárceles, fugas, duelos, bailes, matanzas, crueldades...
Leonardo Romero Tobar le asigna cuatro funciones complementarias de menor a mayor importancia que se realizan en los dos planos del narrador y del personaje: El propio Aviraneta cuenta parte de sus aventuras en novelas como El escuadrón del brigante, Crónica escandalosa, Desde el principio, hasta el fin... pero también otros personajes, como Pepe Carmona en los pasajes principales de Las furias, o López del Castillo en la mayor parte de Los confidentes audaces.
La primera es la que se hizo dentro de las Obras completas del autor (Madrid: Biblioteca Nueva, 1946-1951, reimpresa dos veces más en los años setenta y ochenta).