Memorial de Agravios (1885)
En enero de 1885 se reunieron en la Lonja de Barcelona miembros de grupos catalanistas, como el Centre Català, la Academia de la Llengua Catalana y la Associació Excursionista de Catalunya, junto con representantes de la patronal Fomento del Trabajo Nacional y del Ayuntamiento de Barcelona para tratar dos cuestiones que preocupaban en Cataluña, especialmente a sus clases dirigentes: la posible firma de un tratado comercial con Gran Bretaña que podría abrir el mercado español a los productos textiles ingleses; y el debate en las Cortes de Madrid del nuevo Código civil que podría dejar fuera el derecho civil catalán, lo que ya había provocado la protesta del diputado y jurista conservador Manuel Duran y Bas, respaldada por unos 4.000 propietarios que habían enviado un escrito a las Cortes.En la reunión se acordó formar dos comisiones: una que se encargaría de redactar un memorial dirigido al rey Alfonso XII y otra que gestionaría el viaje y estancia en Madrid de las personas designadas para presentarlo en la Corte.[1] La comisión encargada de redactar el Memorial estaba formada por nueve personas, entre ellas Valentí Almirall —promotor del Primer Congreso Catalanista celebrado en 1880 y del que surgiría el Centre Català—, a quien se atribuye la mayor parte del mismo, ya que en él aparece reflejada la idea, a la que Almirall volvería en escritos posteriores, de que la falta de entendimiento entre Cataluña y el Estado se debía al conflicto del elemento étnico castellano, al que su herencia arábiga aportaba «su afán de generalización, su apasionamiento por las ideas abstractas y su afición por la magnificencia de las formas», y el catalán, «individualista y amigo de lo positivo».Actuó como portavoz el exdiputado conservador Mariano Maspons quien habló del «sistema ya seguido en España en los días de nuestra grandeza» y propuso una relación especial entre el rey y Cataluña fuera del marco de la Constitución, siguiendo el modelo del Imperio Austro-húngaro.La muerte del rey seis meses después hizo que el Memorial no tuviera ningún efecto.