[1] Tras la guerra del Peloponeso, la ciudad de Tebas estaba dividida en dos facciones.
Una, antilaconia, enfrentada al poder de Esparta, la conformaban Ismenias y Androclidas.
La filolaconia contaba entre sus filas con Leontíades y Arquias.
En el verano del 382 a. C., con la ayuda del espartano Fébidas y de un ejército peloponesio que estaba de paso en Tebas camino de Olinto, los filolaconios tebanos liderados por Leontíades se hicieron totalmente con el poder y los lacedemonios establecieron una guarnición en la acrópolis de Tebas, denominada Cadmea.
Se refugiaron en Atenas en el 382 a. C.[4] Llegó al cargo de beotarca y fue, junto a Epaminondas, Górgidas y Pelópidas, uno de los artífices de la máxima, aunque breve, época de esplendor tebano, en la que Tebas llegó a derrotar a Esparta en la Batalla de Leuctra (371 a. C.), consiguiendo reinstaurar la democracia en Beocia.