Los síntomas de estos trastornos pueden localizarse en la piel o en otros órganos.
Las mastocitosis se clasifican en tres grandes grupos, según la afectación sea cutánea, en otros órganos o maligna como en la leucemia mastocítica.
[1][2] La mastocitosis no es una enfermedad, sino un grupo de trastornos que se clasifican en tres grandes grupos:[1][3] Los síntomas son muy variables; el más frecuente es el picor en la piel y erupciones en cara, orejas, manos, pies párpados y otras partes del cuerpo.
Para la detección de la mastocitosis sistémica se utilizan otros métodos diagnósticos como la radiografía para visualizar las alteraciones del hueso y en ocasiones estudios del hígado y médula ósea.
Los fármacos más empleados para tratar los síntomas son los antihistamínicos y los estabilizadores de los mastocitos, como el cromoglicato disódico o el ketotifeno.