Su uso principal es el de compañía y entretenimiento, sustituyendo en algunos casos a las mascotas reales.
Las mascotas virtuales, a diferencia de las robóticas no tienen una forma física concreta aparte del hardware donde se ejecutan.
Mantener viva la mascota a menudo exige alimentarla, limpiarla y jugar con ella.
Los sitios web de mascotas virtuales como Neopets, Subeta, Webkinz, Dragonadopters o squiby suelen ser gratuitos y accesibles a todo el que se registre.
En estos mundos puede jugarse para ganar dinero virtual, que suele gastarse en objetos y comida para las mascotas.
Algunos juegos también permiten a los usuarios criar mascotas para que luchen contra otros jugadores.
Actualmente existen también mascotas virtuales que poseen cuerpos robóticos, conocidas como Ludobots o robots de entretenimiento.
En lugar de ello, los usuarios solo pueden entender a la mascota interpretando sus acciones, lenguaje corporal, expresiones faciales, etcétera.
La interactividad a corto plazo incluye la interacción directa o acción-reacción por parte de la mascota.
Por ejemplo, «tocar» la mascota con el cursor del ratón hará que esta reaccione directamente a las caricias.
La interactividad a largo plazo es bastante importante para la sensación de realismo, pues el usuario puede pensar que tiene alguna influencia perdurable sobre la mascota.
Algunas personas sugieren que las mascotas virtuales son preferibles a las reales por varias razones.