Después de este periplo, se les mantuvo en cautividad en Francia, contrariamente a los demás prisioneros de guerra franceses enviados a Alemania, dado que el régimen nazi rechazaba tenerlos en territorio del Reich.
[2] Cuando la Segunda Guerra Mundial terminó, estuvieron entre los primeros prisioneros en ser liberados, decidiéndose su desmovilización.
[5] Trescientos tirailleurs sobre un total de 2.000 rechazaron embarcar hasta que su situación no fuera regularizada.
[3] Sin embargo, los pagos relativos a la desmovilización no tuvieron lugar.
Por este motivo, un grupo que debía haber sido enviado a Bamako rechazó partir, lo que provocó la visita del General Dagnan, el 28 de noviembre.
[8][1] Para ello, volvió a acudir al campo acompañado por gendarmes, reforzados por destacamentos de soldados locales provenientes del primer y séptimo regimiento de tirailleurs senegaleses así como del sexto regimiento de artillería colonial,,[9] y apoyados por varios blindados.
[10] Acto seguido, trescientos ex-tirailleurs fueron extraídos del campo para ser enviados a Bamako.