[2][3] Debido al trabajo de su padre como pintor, se mudaban con frecuencia, visitando lugares como Francia e Italia.
En la localidad cercana de Cabrerets, Abbé Amédée Lemozi estaba dirigiendo una excavación y fue allí cuando surgió su interés por la Prehistoria.
Su padre murió en 1926 y su madre la llevó a un convento católico de donde fue repetidamente expulsada.
Tras abandonarlo definitivamente, asistió a varias conferencias sobre arqueología y geología en la Universidad de Londres.
Ese mismo año Mary realizó su propia excavación en Jaywick Sands[7] y también publicó su primer ensayo científico.