En 1912 tomó las armas ante la sublevación de Pascual Orozco.
Combatió a Emilio P. Campa en Parral, Chihuahua.
Participó en 1913 en los ataques de Torreón, Chihuahua, Tierra Blanca y Ojinaga, bajo las órdenes directas Pánfilo Natera García.
Ante la escisión revolucionaria continuó en las filas villistas, quedando bajo las órdenes de Felipe Ángeles y operando con el grado de coronel, más tarde lograría el grado de general brigadier.
Venció Servín, pero perdió la vida debido a su indomable arrojo y valentía.