Batalla de Ojinaga

Los Generales rebeldes Toribio Ortega Ramírez y Pánfilo Natera García no pudieron acabar con el lugar, por lo que el 11 de enero, Francisco Villa llegó a Ojinaga con un gran ejército, desplazando así al ejército de la ciudad.

Los cuerpos tuvieron que ser quemados para evitar una epidemia de tifus.

[1]​ El General Mercado, al salir para Ojinaga, rehusaba iniciar combate con los villistas, previendo que si Francisco Villa lo perseguía hasta la frontera sería ayudado por los norteamericanos y así podría regresar a la capital del país.

El combate se prolongó por algunas horas en que los federales resistieron el empuje de los villistas.

En la noche del mismo día, el General Mercado dispuso evacuar la plaza cruzando la línea fronteriza, donde sus tropas fueron aprehendidas por los norteamericanos.