Marta Brunet

[1]​ El ser criada en un mundo rural y campesino fue clave para el imaginario criollista que desarrolló en sus novelas.A los siete años, escribe sus primeras obras de teatro, en las cuales, los espectadores eran los animales domésticos del fundo donde residía.[2]​ Esta obra le valió ser aclamada por la crítica literaria chilena, como Gabriela Mistral con quien estableció una amistad hasta el fallecimiento de la poeta.[6]​ Es así como Brunet pasa del anonimato a la fama, convertida ya en la mujer que encabezaba la nueva narrativa femenina chilena,[7]​ sin embargo, desde la sociedad conservadora a la cual pertenecía su familia, fue muy criticada, siendo acusada de inmoral y hereje, por tratar el tema de la maternidad solitaria.Ya en 1927, es publicada María Rosa, flor de Quillén, para la Revista Atenea.[1]​ Antes que terminara la década de 1920, recibe su primer premio por un concurso realizado por el Diario El Mercurio.[4]​ Sin embargo, el siguiente presidente, Gabriel González Videla, la designa como secretaria en la Embajada chilena en Buenos Aires.[3]​ Para 1960 se somete a una intervención quirúrgica en España, lugar en el cual recibe el Premio Nacional de Literatura en el año siguiente, por unanimidad del jurado,[6]​ convirtiéndose en la segunda mujer en recibir este premio, después de Gabriela Mistral.
Marta a los nueve años
Óleo de Marta Brunet en 1943, hecho por María Tupper
Imagen de Marta Brunet junto a Claudio Arrau , Marta Colvin , Arturo Pacheco Altamirano y Ramón Vinay , sobre la marquesina del Teatro Municipal de Chillán . Todos ellos, artistas nacidos en la ciudad de Chillán.