Asesinato de Hans Pozo

El único sospechoso del homicidio y descuartizamiento, el empresario Jorge Iván Martínez Arévalo, se suicidó doce días después del hallazgo de la primera extremidad cercenada, al momento de ser visitado por Carabineros para ser interrogado.[4]​ El 29 de marzo, se encontraron sus brazos, a los que les habían cortado las manos y arrancado cuatro tatuajes.[6]​ A esas alturas, el nombre de Hans Pozo ya había sido divulgado por la prensa como posible identidad del hasta entonces llamado «Descuartizado de Puente Alto» debido a que el expediente se filtró por Internet.[17]​ Pozo había sido abandonado por su madre a los cuatro años por ser hijo de una relación anterior.[12]​ Desde niño pasó por varios hogares de acogida, hasta que uno de sus tíos, Francisco Pozo, se hizo cargo de él,[12]​ no obstante, al cumplir dieciséis años, Pozo empezó a consumir drogas y terminó en la calle cuando su familia no soportó más los continuos robos que cometía para financiar su adicción a la pasta base.[19]​ Por el tamaño de la víctima, se dedujo que no pudo ser conservado en un refrigerador doméstico, sino en uno industrial.Según Carabineros, al escucharlos ingresar, el sospechoso activó la alarma contra robos y corrió hacia su dormitorio, gritó un par de segundos y se suicidó de un disparo en la cabeza.[22]​ Esta versión fue refutada por los familiares de Martínez, en especial por su hermano y colega, Robinson, quien aseguró que fueron los funcionarios de Carabineros quienes ingresaron a la casa y le dispararon dos veces a Jorge.[23]​ En la nota, Martínez aseguraba que Pozo lo estaba extorsionando porque era su hijo biológico y constantemente lo amenazaba con revelar este secreto a su familia.Allí, con la técnica del luminol, se detectó una mancha de sangre que había sido lavada.[27]​ Al día siguiente, unas trescientas personas lo acompañaron en su funeral, que concluyó en el cementerio Jardín Sacramental de San Bernardo (33°37′20.3″S 70°40′53.9″O / -33.622306, -70.681639).[9]​ En 2007, la Fiscalía Sur concluyó que Jorge Martínez Arévalo fue el culpable del homicidio y descuartizamiento de Hans Pozo.[30]​ Sin embargo, el Segundo Juzgado Militar de Santiago estableció posteriormente que su muerte se debió a una herida autoinferida.[31]​ En marzo del mismo año, la expareja de Pozo, Linda Baeza, interpuso una querella contra Miguel Martínez Arévalo, hermano de Jorge, por considerar que él también estuvo involucrado en el crimen.[31]​ Esta acción judicial, que se ampara en el derecho al olvido, fue dirigida específicamente a los canales de televisión abierta.
Retrato robot realizado durante la investigación de identidad.