Escribió fundamentalmente poesía, aunque también publicó cuentos y novelas de folletín en diversos periódicos.
Uno de los temas recurrentes en su obra es la inmigración, especialmente la piamontesa en la región del Litoral.
[2] Vivió sus primeros años en Vila, donde empezó la escuela primaria.
[3][4] Le ofrecieron una vez la dirección del Museo Rosa Galisteo de Rodríguez, en Santa Fe, pero rechazó la propuesta.
[2] La obra, considerada por los críticos de la Peña Argentina –Luis Cané, Salvador Merlino y Horacio Rega Molina entre ellos– la mejor en verso editada en el país ese año, recibió elogios de la poeta uruguaya Juana de Ibarbourou.
En 1974 apareció El sueño de lo casi imposible, con poemas dedicados al paisaje e instituciones de Rafaela, a sus antepasados y a otros inmigrantes y, en 1975, Lugar de tierra nuestra, donde vuelve sobre el tema del paisaje rural santafesino y la inmigración.
Dos años más tarde produjo su último libro, Reiteración del Hombre.
[5] El Municipio de Rafaela ha nombrado en su honor una plaza, una calle, una escuela secundaria y bibliotecas.
[5] Algunas placas de bronce en paseos públicos de la ciudad están inscritas con sus poemas,[5] tal como el que compuso para Guillermo Lehmann, que está junto a la estatua del colonizador en el monumento frente a la plaza 25 de Mayo.
En 1981, al celebrarse el centenario de la ciudad, la Municipalidad publicó su obra completa, édita e inédita, en cuatro tomos.