Su vida está considerada como uno de los mayores exponentes del llamado Romanticismo francés.
El poder de los Du Mesnil d'Argentelles había mermado considerablemente desde principios del siglo XVIII, habiendo perdido finalmente su fortuna, sus posesiones y sus títulos durante la Revolución francesa.
Aproximadamente a principios de 1844, mientras tomaba las aguas termales en Bagnères-de-Luchon, conoció al embajador de Rusia en Francia, el septuagenario conde Gustav Ernst von Stackelberg, que la tomaría como su protegida.
Según la leyenda que gira en torno a su relación, el conde habría visto en ella la imagen de su hija, recientemente fallecida a causa de tuberculosis, y habría decidido tomarla bajo su protección.
Los motivos de su carta de despedida, según algunos autores, no habrían sido ni los celos ni la escasa fortuna que éste podía poner a su disposición, sino el miedo atroz a resultar contagiado por la tuberculosis.
El funeral se llevó a cabo dos días después, en la Iglesia de la Madeleine, siendo enterrada en un nicho temporal del Cementerio de Montmartre[5] y, diez días después, trasladada a la tumba donde hoy descansa, cuya construcción fue encargada por su marido y que lleva una simple inscripción sin falsas partículas de nobleza o títulos aristocráticos: Desde de su entierro hasta hoy, nunca faltan camelias en su tumba que manos anónimas van dejando cada día.
Meses después, otorgándole el sobrenombre que hoy la caracteriza, Dumas se encerraría en la habitación de un hotel para escribir la que, aunque maquillada, había sido su historia con Marie Duplessis, La dama de las camelias, en la que una joven cortesana, Margarita Gautier, sacrificaba su vida por amor y moría de tuberculosis sola, abandonada y embargada por sus acreedores.
Entre 1852 y 1853, Verdi puso música al libreto que Francesco Maria Piave había escrito basándose en la obra de Dumas (hijo).
A partir de entonces, la figura histórica de Marie Duplessis, convertida esta vez en la prostituta Violetta Valery, ha llegado a nuestros días convertida en una figura primordial del romanticismo.
En la población de Gacé, lugar donde Marie había trabajado durante su preadolescencia en una fábrica de paraguas, se erige un castillo del siglo XVI que alberga hoy un museo dedicado a su vida.