Marie-Joseph Chénier

Estrena en la Comédie Française, en 1785, un drama en dos actos: Edgar, ou le Page supposé, que fue un rotundo fracaso.

La censura retiró la obra reteniéndola durante dos años hasta que, Chénier, pública varios panfletos: Dénonciation des inquisiteurs de la pensée, (1789) (Denuncia contra los inquisidores del pensamiento); De la Liberté du Théâtre en France (1789) (De la libertad del teatro en Francia) y consigue, finalmente, la autorización para representar la obra.

El grupo llamado "los patriotas", encabezado por Talma, se instala en la calle Richelieu en París.

Allí estrena, Chénier, en 1791, Henri VIII et Jean Calas, después estrenaría, en 1792, Caïus Gracchus del que se recuerda el famoso hemistiquio Des lois, et non du sang!

que le costó un arresto, ordenado por Montagnard Albitte, quien interpretó este grito como una crítica al régimen revolucionario.

Timoléon (1794), con música para dos coros escrita por Étienne Nicolás Méhul, parecía atacar a Robespierre en el personaje del ambicioso Timófano que sus amigos querían coronar, mofándose, en medio de la asamblea del pueblo.

En realidad, tras varias tentativas infructuosas, Chénier nada pudo hacer por salvar a su hermano ya que, dadas sus malas relaciones con las autoridades, especialmente con Robespierre, en lugar de beneficiarle le perjudicaron.

Miembro del Tribunal durante el Consulado, fue perseguido en 1802 cuando se produjo la depuración de esta asamblea.

A Marie-Joseph solo se le recuerda en relación con la muerte de su hermano, en la cual, parece probado, no tuvo ninguna responsabilidad.

En el teatro, destaca, casi siempre, por la elección sistemática de personajes fanáticos luchando por la libertad.