Mariano Pagés

Desde 1954 residió en Buenos Aires donde diez años más tarde inauguró su taller en el barrio de Belgrano, donde trabajaba piezas en granito, piedra arenisca, mármol, madera y bronce.En 1949, realizó en piedra el monumento conmemorativo al cacique Guaymallén, en Mendoza, compuesto por tres figuras en piedra alrededor de una columna, de tres metros con veinte cada una que le exigió una labor dos años.Es una figura realista idealizada, longilínea, con los brazos cruzados, una ancha sonrisa en el rostro, con esmoquin, cuello mariposa, el pañuelito en el bolsillo, un moño sin arrugas, los puños almidonados, los gemelos y el clásico cigarrillo entre los dedos.Las cerámicas de este período son espléndidas piezas esmaltadas en blanco en finísima policromía y la antigua técnica japonesa “raku" las que recuerdan a Luca Della Robbia.Una de sus muestras más importantes en Argentina es la del Museo E. Sivori en 1999 con cuarenta obras en diversas técnicas en madera, bronce, mármol y cerámica.
Estatua del Cacique Guaymallén, ubicada en Guaymallén, Mendoza.