Margarida Cordeiro
En diferentes entrevistas[1] ha reconocido las dificultades y los problemas que afrontó por su condición de mujer en la escena cinematográfica portuguesa durante la segunda mitad del siglo XX, donde denuncia haber estado relegada a un segundo plano y sufrir una constante discriminación mediática, debido a su condición de pareja laboral y sentimental de Antonio Reis.Se trata de obras precursoras que explican el devenir posterior del cine europeo.Gran parte del cine revolucionario portugués posterior a la dictadura de Salazar tuvo un marcado carácter urbano del que Cordeiro y Reis se apartaron enérgicamente, recorriendo en sentido contrario el camino de la emigración interior que estaba desfigurando el país.[3] Trás-os-Montes (1976), la primera película que rodó con António Reis se convirtió en una película de referencia para toda una generación de directores portugueses, por cuanto supuso un gesto provocativo: los nuevos gobernantes democráticos debían comprender la dialéctica entre riqueza estética y pobreza material que determinaba las formas de vida del pueblo en cuyo nombre hablaban.La tarea de los cineastas consistía en mostrar que la región más pobre y castigada del país, la más desposeída, era precisamente aquella cuyos símbolos se habían perpetuado visiblemente a lo largo del tiempo.