Como comandante en Oriente, después de la muerte del emperador Tácito, sus soldados le proclamaron como su sucesor y lo elevaron a la púrpura imperial.
Un pariente del difunto emperador, Marco Annio Floriano, tomó el poder, aunque terminó siendo rápidamente asesinado por sus subordinados.
En 279, para intentar repoblar las devastadas provincias fronterizadas, Probo alojó a varios pueblos bárbaros en Mesia y Tracia.
[3] Fue nombrado gobernador de la parte oriental del Imperio por el emperador Tácito, tras cuya muerte fue proclamado su sucesor por los soldados.
Así, en tiempos de paz, empleaba el ejército en trabajos útiles a la comunidad, como plantar viñedos en Galia o Panonia, restableciendo las instalaciones públicas (acueductos, canales, puentes...) dañadas tras las continuas guerras.