María Enriqueta Estuardo

Pero lo que sucedió con los otros hijos sobrevivientes del rey es mucho menos familiar.

Por su religión, fue imposible que su madre fuera coronada reina al lado de su padre.

[1]​ Su padre, Carlos I, la designó Princesa Real en 1642, estableciendo así la tradición de que la hija mayor del soberano británico, pudiera llevar este título.

El título nació cuando la reina Enriqueta María, hija del rey Enrique IV de Francia, quiso imitar la forma en que se llamaba a la hija mayor del rey francés (Madame Royale).

Carlos I aceptó el matrimonio, con la condición de que la República Holandesa, estableciera una alianza política con Inglaterra.

Durante la noche de bodas, la princesa se acostó ceremoniosamente en el dormitorio de la reina, en Whitehall, y Guillermo besó a su novia para luego se acostarse a su lado en la cama.

Sin embargo, el enlace no fue consumado hasta varios años más tarde, debido a la juventud de los novios.

Sin embargo, María nunca aprendió a hablar neerlandés y no le gustaba vivir la República Holandesa.

Como María era todavía bastante joven, se decidió que permanecería en Inglaterra hasta finales de 1642.

Ella era impopular entre los holandeses debido a la lealtad y afecto que la unía con su familia, los Estuardo.

Finalmente, la opinión pública se volvió totalmente en contra suya por la hospitalidad que demostró a sus hermanos, los exiliados Carlos II y el duque de York (futuro Jacobo II), por lo que se decide prohibirle recibir a sus parientes.

Comenzó entonces negociaciones secretas con Francia para tratar de extender su poder bajo un Estado centralizado.

Además, inició acciones para apoyar la reinstauración de su cuñado, Carlos II, en el trono inglés.

Su primo hermano, el rey Luis XIV de Francia, acudió en su ayuda militar para que pudiera consolidar su posición.

El ejército y la marina inglesa, que estaban disgustados, se acercaron a Guillermo, la confianza de los ingleses en Jacobo estaba tan deteriorada que no intentaron salvar a su rey.

Guillermo se sentía inseguro sobre su posición, deseaba ser considerado rey y no un mero consorte.

Retrato doble para conmemorar el desposorio de Guillermo y María, por Anton van Dyck .
María Enriqueta Estuardo, por Anton van Dyck .
María y Guillermo. Por Gerard van Honthorst , 1647.